Me disculpo de antemano, pues hoy me temo que os traigo una entrada bastante larga. Y es que, después de nuestra experiencia quasi-telepática con el e-Learning y los estudiantes islandeses, las TIC han vuelto a llevarnos de la mano al helado norte: pero esta vez de verdad, ¡esta vez en carne y hueso! Roberto, Natalia y yo hemos pasado una semana de aventuras y desventuras en la tierra donde todo el mundo tiene alguna corona en el bolsillo, donde tranquilamente le echan pimienta (o algo parecido) a los bollos de canela y, lo que es todavía más insólito, donde son comprendidos los manuales del IKEA (no sé a qué viene tanta expectación, si ya lo pone en el título de la entrada): ¡Suecia!
Todo se debe al proyecto Erasmus+ proPIC Europa, una iniciativa que, en el contexto de la innovación docente mediante tecnologías móviles, está destinada a promover el desarrollo personal y profesional de profesores noveles, así como su capacidad para investigar colaborativamente a nivel transnacional. De acuerdo con esto, el programa de estudios implementado incluye una estancia de una semana fuera del país de origen, a elegir entre los cinco centros universitarios que auspician dicho acontecimiento ( la Universidad de Newcastle, la Universidad de Borås, la Universidad de Kiel, la Universidad de Educación de Karlsruhe y, por supuesto, la Universidad de Barcelona), durante la cual se acude a conferencias, observaciones de clases, discusiones en grupo, debates y comparaciones entre sistemas educativos distintos, etc. que pretenden orientar el proyecto de investigación personal con el que se da por zanjada toda la experiencia.
La estancia
Llegamos a la lluviosa Borås el domingo 9 de septiembre, vimos de refilón a nuestras contrapartes alemanas, con las que íbamos a compartir el resto de la semana, y nos instalamos en el apartamento que la universidad nos había ayudado a encontrar. Después fuimos a buscar comida -o, más bien, a alucinar con los precios del supermercado-, y los procrastinadores nos pusimos a ultimar los detalles de la presentación que tendríamos que realizar al día siguiente sobre el proyecto de investigación.
El lunes dio comienzo oficialmente la study week, así como la rutina de llegar tarde a la que Natalia y yo parecíamos estar condenadas. Nos recibieron Tobias Ruhtenberg y Richard Baldwin; conversamos con ellos acerca de nosotros mismos y de la situación educativa de nuestros países; nos dieron los materiales que íbamos a necesitar a lo largo de la estancia -y otros para promocionar la universidad-; nos hicieron el tour de rigor por las instalaciones de la facultad (¡que tenía hasta un estudio de grabación!); descubrimos la maravillosa costumbre de la fika (una pausa en reuniones para tomar café y otras cosas ricas y socializar) y nos fuimos a casa para comer. Por la tarde asistimos a una mini conferencia de Lill Langelotz sobre la importancia del desarrollo profesional continuo de los docentes y, acto seguido, presentamos y debatimos nuestros planes para el proyecto de investigación.
El martes por la mañana fuimos a Sandared para observar, analizar y después discutir con profesionales de la docencia una clase de inglés en secundaria impartida por Per Selin. Roberto Requena (el terror de las nenas), también conocido como Latin lover, causó mucho revuelo entre las adolescentes suecas. En Suecia no existen las escuelas privadas, y el Estado se encarga de que todos los estudiantes tengan un MacBook, en torno al cual parecen girar la mayoría de las lecciones. En la clase que vimos, los estudiantes tenían que diseñar un anuncio para promocionar un objeto, una causa o cualquier otro tema de su elección. El profesor había colgado las instrucciones en la plataforma Google Classroom y los alumnos trabajaban por su cuenta, pidiéndole ayuda al mismo cuando era necesario.
Esta dinámica de trabajo me recordó mucho a lo que hacía yo en el instituto privado en el que enseñaba inglés, con la salvedad de que este docente no parecía apreciar el humor y la originalidad de sus estudiantes, cuando yo los considero una prueba sólida de su competencia comunicativa (no sé si esto se debe a una diferencia cultural o a la idiosincrasia de esa persona en concreto). En la mesa redonda en la que participamos con los profesores del centro después de la lección, conocimos a una profesora de español colombiana muy amable que nos relató las posibilidades profesionales que hay en Suecia para nosotros. Sorprendentemente, nos la encontraríamos de nuevo en una fiesta chilena en Gotemburgo (donde fuimos para hacer turismo una vez finiquitada la study week) el fin de semana siguiente. Por la tarde, a nuestro regreso a Borås, compartimos de nuevo nuestras impresiones con Tobias y Richard a través de Padlet, haciendo hincapié, una vez más, en la importancia del desarrollo profesional continuo, y estuvimos en un aula increíble en la que cada mesa disponía de un proyector y un teclado propios para poder participar de forma interactiva en la actividad.
El miércoles nos dieron la mañana libre para que pudiéramos trabajar en nuestros proyectos de investigación y después acudir a los profesores, si fuera necesario, con nuevas dudas. Por la tarde asistimos a un taller de Tobias sobre VEO (Video Enhanced Observation), una aplicación de observación y evaluación de clases muy interesante que nosotros ya habíamos utilizado en el máster para llevar a cabo una reflexión triangular (de nuestras propias impresiones al ejecutar la simulación, de las de nuestros compañeros al vernos in situ o en la grabación de la misma, y de la observación personal de dicho vídeo) del microteaching que realizamos a fin de prepararnos para las prácticas docentes curriculares. También estuvimos hablando acerca del concepto de la flipped classroom (aula invertida) y Tobias nos presentó herramientas de trabajo bastante buenas y polifacéticas que desconocíamos, como Nearpod (genial para clases interactivas, al permitirte conectar con e incluso controlar los dispositivos móviles de los estudiantes), Book Creator (para diseñar iBooks sin necesidad de disponer de Mac) y Swivl (para grabar de forma no invasiva, a fin de desempeñar una posterior reflexión crítica, lo que sucede en el aula, no solo en lo que concierne a la actuación del profesor, sino también a la de los estudiantes: interacciones grupales, en parejas, etc.).
El jueves nos volvimos a ir de excursión: esta vez al campus de la Universidad de Halmstad en Varberg, para observar y participar en una clase de pronunciación inglesa impartida por Richard. Allí logramos ver la aplicación práctica del concepto de aula invertida y vivir en nuestras carnes el modus operandi de la educación superior sueca. Al mediodía, unos personajes ilustres de la universidad, de cuyo nombre no quiero acordarme, nos invitaron a comer y, además de poder probar una ärtsoppa con mostaza picante riquísima, socializamos con ellos. Nuevamente, conocimos a una hispanohablante trabajando en Suecia: Carmen, de Galicia, que fue tan amable de darnos su información de contacto para ponernos al corriente de los pasos a seguir para vivir y encontrar una profesión en ese país. Por la tarde hicimos un poco de turismo y visitamos el Fuerte de Varberg, construido a finales del siglo XIII, y, para concluir el día -y también la study week-, celebramos una cena de despedida con Richard y Tobias en un restaurante turco.
El viernes asistimos durante todo el día a un seminario de investigación de la University West en Trollhättan, durante el cual ponentes de diversas instituciones ofrecieron conferencias acerca del futuro de la educación en general, y del aula en particular, gracias a las nuevas tecnologías (haciendo especial hincapié en la formación de docentes): simulaciones, realidad virtual, avatares… Resultó muy instructivo poder ver (e incluso testear) ejemplos prácticos y hacer preguntas a los investigadores sobre su experiencia personal implementando estas innovaciones en el espacio clase. Algunos de los usos que se está pensando dar a dichas tecnologías no se nos habrían ocurrido nunca. Una vez de nuevo en Borås, nos despedimos definitivamente de Tobias, y Natalia y yo tomamos el bus hacia Gotemburgo para aprovechar bien el viaje.
Mi proyecto de investigación
Como el resto de mis compañeros, he tratado de integrar este proyecto de investigación con mi Trabajo Final de Máster, que consistirá en la creación de una aplicación móvil para el aprendizaje del español destinada al colectivo migrante recién llegado a Barcelona. Para ello, he cifrado mis objetivos en el muy necesario trabajo de campo previo al diseño de la app, como puede verse en las diapositivas que ilustran este apartado de la entrada.
En principio, los mejores proyectos serán seleccionados para una conferencia internacional que tendrá lugar en 2020, año en el que se dará por terminada la iniciativa de proPIC Europa (hasta entonces, se irán organizando dos study weeks cada año con distintos alumnos interesados en realizar colaboraciones transnacionales). Espero poder tener tiempo para dedicarlo a desarrollar mi trabajo lo bastante bien como para clasificarme y dar a conocer mis ideas al mundo. ¡Os mantendré informados!
Para terminar, me gustaría decir que me alegra enormemente haber aprovechado esta oportunidad, no solo por lo que he aprendido sobre el sistema educativo sueco, sino porque he podido constatar que nosotros mismos no estamos tan mal. Durante toda la semana tuve la sensación de que, tal vez dejándose llevar por prejuicios, tanto los profesores Tobias y Richard como las estudiantes alemanas, parecían dar por sentado que en España estábamos más atrasados que ellos, cuando lo cierto es que no tenemos nada que envidiar a los países nórdicos -me ciño exclusivamente a lo tocante a la enseñanza de E/LE, pues no cuento con más que mi propia experiencia como alumna en lo que respecta a la educación pública obligatoria-: muchas de las cosas que sorprendían a las alumnas de Karlsruhe nosotros ya las teníamos más que vistas. Tal vez se deba a que nuestro máster, con sus más y sus menos, está siendo realmente útil.
En fin, ya sé que cada vez escribo con menos frecuencia, pero es que estoy realmente ocupada. ¡Nos vemos (espero que) pronto!
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